viernes, 25 de marzo de 2011





Creéme, es difícil mirarte a los ojos, cada vez que te veo.
A una acera de distancia, comentas y me miras, con esa mirada soberbia y prepotente, "es la guerra" es lo que agonizan tus ojos.
Sé que hablas de mi.
Y yo, del enfado, acabé en la habitación de otro.
¿Cuándo me convertí en esto?
Hasta ahora, jamás me había temido tanto a mi misma. Soy orgullosa, y ahora me doy cuenta de que lo llevo demasiado lejos. Pero qué difícil es admitir que no quiero perder esta lucha, y mientras los cañonazos resuenan a mi alrededor, y mi piel se eriza con el sonido de tu voz, me repito a mi misma, que si hace falta, moriré en el campo de batalla.
¿Por ti?
Ya no estoy tan segura de la respuesta.
Pero no enfundes el sable todavía. Esta guerra, acaba de empezar.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Las olas.

Y dos cañas, cigarros en el portal, sonrisas perdidas en el barullo, y dos ideas que empiezan a conocerse.
Rayuela, La bohemia y la veintena.
Interesantes ojos verdes.

martes, 22 de marzo de 2011

Con el frío que puebla el atardecer, y unos aritos de cebolla, Laura y yo hemos reflexionado gravemente sobre un fenómeno que se produce muy a menudo en esta naturaleza humana que a día de hoy se desarrolla hacía horizontes extraños.

El fenómeno en sí, es uno que toda mujer ha experimentado en sus relaciones con los hombres,




Permítanme describirles la situación, que todas conocemos:
Chica conoce a chico, se gustan mutuamente, comienzan a salir juntos, chico desaparece.
Oh, cuantas horas perdidas en suposiciones erróneas y ingenuas, teorías desechadas por el retrete, galimatías, piruetas, pero le des todas las vueltas que les des, jamás hay una explicación razonable. Miedo, dicen algunas, pasotimos otras.
Sin embargo, hoy les presentamos la teoría de la relatividad de los hombres.



El hombre es parte de una etnía sumamente narcisista, aunque muchos lo nieguen, pero todos los hemos visto mirarse en las vitrinas de las tiendas, o abusar de la gomina.
He aquí el eje, el cabello del hombre ha dado paso a terribles actos en la historia. Se trata todo de un intenso cuidado hacia el cabello, los pies, y el uso de una crema especial, para casos, como después de haber echo el amor, mantener siempre el pelo en la posición correcta y exactas. En el siguiente post, les haremos un ejemplo explicado de nuestra idea, para que puedan entenderla, con los siguientes personajes:
*Sujeto A: Paul
*Sujeto B: Luke
*Sujeto C: Sid
*Sujeto D: Diana
*Sujeto E : Nicole

lunes, 21 de marzo de 2011





Hoy te he visto, y el corazón casi me explota.
Pero no te he echado tanto de menos.
Hoy me suicido, estoy echando a suertes las diferentes formas, un tiro, con una cuerda, intoxicacion tal vez...oh...bueno, también podria tirarme desde un tejado..
Decisiones, decisiones.
Pero esta claro, hoy me suicido, por que no es justo, son muchos dias.

jueves, 17 de marzo de 2011





This was not my idea, don't you keep me waiting.
What are you gonna offer now? 'cuz i don't wanna be the one, makin' all the noise.

miércoles, 16 de marzo de 2011

You are just afraid of gettin' solved.
-Si, mi capitana!
-Y no se olvide de decirle al timonel que cambiamos de rumbo.
-Y me gustaría, si se me permite, pasar los calabozos, y pedirle al teniente que está encarcelado que me de un beso.
-De camino, digale al escritor, aquel fracasado de la esquina, que me traiga mi batido de fresa.
-Pero, No tenemos batido de fresa, en esta bodega solo hay Jagermaister, expresas órdenes suyas.
-¡Rayos y centellas! ¡Coronel teniente Nogal! No le he dicho mil veces, que el batido de fresa es el nombre en código del Jager superior que utilizamos tan solo Vd. y yo, pero que los demás marineros no pueden saber, porque arriesgamos un motín, y no es viable, porque yo no sé atar tortugas con los pelos de la espalda.
-Yo lo aprendí en la academia militar, y lo haré para Vd. Es más, ataremos al escritor y al teniente del calabazo, para que remen con los brazos.
-Ah, menos mal que la tengo Vd. es de lo poco valioso de este barco, ahora, vamos a centrarnos y marcar el rumbo, hacia el desfase, claro.
-¡La isla desfase! Si, necesitamos rellenar las provisiones, y sacar de la carcel a Francesco, que sale hoy, por su condena de matar canarios.
-Sale hoy de la cárcel? maldito diablo, nos arrastrará a todos al infierno. Avíse a Samuel, y haga que ese idiota de, ¿cuál era su nombre?, John? Josueph?, bueno, que se calle ya.
-Lo he intentado todo, incluido los calcetines de Samuel, pero es imposible que deje de mediar palabra.
-Maldita sea nuestro sino, acabará saltando por la borda.

martes, 15 de marzo de 2011

Grecia, finales del s.XVIII


El sol del mediodía estaba alto en el cielo, la pequeña casa se veía disturbada por el calor.  El olor de una comida en la sartén inundaba los alrededores de la finca. El molinillo del tejado apenas se movía. Delante de la puerta, una niña jugaba con un barco de madera, lo tendía en alto, y lo bajaba, fingiendo las caídas de una gran tormenta.
En el interior de la casa, una mujer prepara la comida en silencio. Un hombre de edad relativamente avanzada se apoya  en el marco de la puerta vieja.
-Ya vienen. Son varios, están en la ladera. No tardarán mucho.
La mujer se gira lentamente, con la angustia pintada en los ojos. Se miran un instante, fugaz, e intenso.  Él le agarra la mano, se la apreta dulcemente.
-Tengo miedo-dice la mujer en un susurro. Una tímida lágrima se asoma por su mejilla.
-Yo también-dice él, la congoja se lleva su voz-yo también.
La niña sigue jugando en el porche de la casa, el barco arriba, el barco abajo.
-¡Alexandra!
Ella mantiene el barco en alto un instante, con sus ojos verdes fijos en el juguete, después se gira.
-Si madre, estoy aquí.
La madre sale y le entrega un cubo vacío. Antes de decir nada, la mira fijamente, con orgullo. La abraza. La niña mantiene un instante la sorpresa, después su gesto se relaja.
-¿Qué pasa, mamá?
-Te has hecho tan mayor. Te quiero mucho, Alexandra, no olvides eso nunca. Serás una gran mujer, estás destinada a hacer cosas grandes.
-Mamá…
De repente la mujer se separa.
-Está bien, lo siento, me puse sentimental. Necesito que vayas a buscar agua al pozo. Corre, la necesito pronto.
La niña se mantiene un momento  en el sitio, la observa con preocupación y sin entender.
-¡Corre!
La niña se dio la vuelta y corrió hacia el desierto de tierra que se extendía árido y malicioso.




Si tuviera que decidir un punto donde realmente empecé a encontrarme a mi misma, fue cuando conocí a Alexander, y la reiteración de este nombre en mi vida, no podría atribuirse unicamente a la casualidad. Con él descubrí mi pasión por las casacas antiguas, los vinilos, las miradas rebeldes y la actitud inconformista. Le recuerdo y le recordaré siempre, aquella mañana, bajo la suave lluvia Americana, que inunda de vida los altísimos árboles de Conneticut, sentado sobre aquellos escalones de piedra, sonriente y reflexivo, lejano, ajeno a los peligros del mundo, etéreo. Un halo intocable se extendía a su alrededor, casi como el de un ser divino, una creatura maravillosa. Sus Jeans rotos, la casaca azul, la bufanda larga y el rosario hindú alrededor del cuello, hasta su ombligo.
Aquel instante, mientras a la lejania nos evaluavamos con cautela, supe que mi vida cambiaría, una ligera sensación de adrenalina que intuye un giro inquieto, brusco, un golpe de timón hacia otros mares.
Siempre me he considerado una romántica que leyó durante su infancia demasiados libros sobre piratas y navíos, y en mí, está infundada la semilla de la libertad, la aventura, el riesgo, la estrategia y la diversión, espero con ansía disfrutar cada segundo de mi vida y trnasformarlo en un valisos Tesoro, o en una alocada lucha por la vida y la armonía.
Y él era un pirata.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuatro intrépidos viajeros



Hay cosas que me hacen más felices que otras.

Y siendo las 3.13 de la madrugada, recién terminado el trabajo de las plantas de rodaje, siento como que no tengo mucho más que decir, excepto, gracias.


martes, 8 de marzo de 2011

Es como el recorrido de mis labios. Se sienten solos, encuentran un interés que los suscita, para finalmente dejarlos sorprendidos como consecuencia de la pérdida de tiempo

Seamos sinceros, no me muero por conocer tus multiples facetas. Aunque serian muy interesantes. Cariño, no tengo tiempo, tengo que conocer primero todas las mias, y hay una larga lista, empiezan a resultarme más atrayentes y este universo está regido por la ley de la atracción, no del interés.Hay tres que tengo claras y que no necesitan volver a someterse a ser objeto de estudio:


-La primera es que "puedo llevar a cabo conductas muy diferentes entre si"


Puedo hacerte ver que me tienes loca, y demostrarte lo contrario en cuestión de segundos.

















- La segunda es que "se guardar un secreto".
Nunca llegaras a saber si tú fuiste mi entretenimiento, una diversión o si por el contrario yo fui la cobarde.


- La tercera es que suelo tener una incesante ansia de hacer "una triple pirueta".
Oh no te preocupes cariño, hacerla es ya lo suficientemente complicado, no hace falta que malgastes tus energías en ponerme la zancadilla.




Pero a lo mejor esto te resulta interesante:


"hoy he conseguido hacerla"



En parte hay una sencilla explicación para que ocurra: "tengo ganas de comerme el mundo", quiero tenerlo entre mis manos, dominarlo y jugar a los bolos con él mientras me tomo un batido de chocolate, fresa y vainilla, entremezclados entre sí, claro.

Hacerme con él no es fácil, además, había pensado en dividirlo en dos, consiste en hacerlo poco a poco. El mundo esta dividido en diferentes partes, que se corresponden con una serie de entornos, con una serie de etapas.

Las diferentes etapas están conformadas por infinitud de ventajas, las cuales acabo cogiendo y guardando en un saco morado, mientras que los restantes elementos negativos los arrojo a una bolsa verde.

Cada vez que una etapa es finalizada, consigo hacer la pirueta de una forma clara y concisa. La mierda que llevaba un tiempo haciendome tropezar esta encerrada en el saco verde, mientras que la bolsa morada la uso como propulsor.



Es todo un proceso:
" La capacidad de adoptar diferentes tipos de conductas me permite experimentar diferentes entornos y etapas. Cuando comienza uno, lo disfruto, lo conozco, lo vivo, encuentro sus ventajas y sus inconvenientes mandando cada uno a la bolsa que yo elija. Mientras he estado paseando por esa etapa, las ganas de realizar mi pirueta triple no desaparecen en absoluto, pero esta sirve como una campana de aviso del final de algo, del final de algo y del comienzo de otro algo. Así poco a poco, con calma, cuando acabe de llenar dichas bolsas reconstruire dos mundos, sere su creadora, y sere capaz de dominarlos, en ese momento me habre comido el mundo. Y, ¿quieres saber que hare en ese momento? Lo siento, no puedo contarlo, ya te lo dije, se guardar un secreto.



Se acabó esta etapa. Aunque haya un nexo común en esa bolsa morada, que siempre estará, es uno de los requisitos básicos de cada "algo"que entra. Eso si, hoy la hice, algo nuevo empieza.

Pero mientras tanto:
Mueve la melena




A la vez que mueves las caderas




Y gritale al mundo, que eres la reina del mundo






Hay mañanas, en las que te levantas con un sentimiento extraño. Quizá se trate simplemente del cielo, que en vez de brillar azul, hoy está gris. Quizá no sea el cielo, sino, el ligero viento, que susurra palabras, que nunca fueron dichas, en tu oído, suavemente, cuando pasa.
Pero hoy me siento distinta. Después de haber compartido tu cama, y tus caricias, tus besos y tus sonrisas, después de haber reido juntos, y haber bailado bajo la lluvia, y haber superado nuestro miedo a la oscuridad juntos, algo me dice, que sin embargo, no conozco nada ti. Que por primera vez, juegas a un juego al que yo no sé jugar, porque yo no sé esconder lo que siento, yo no quiero esconder lo que pienso, y si tengo que llorar, lloro.
Tu sin embargo vives detrás de la fortaleza de un castillo, con un dragón en la puerta, y te escondes con los smiths en la torre más alta, cantando tus penas, cuando en el fondo, no tienes ninguna.
¿Tengo que armarme con una espada, y rescatarte al final de las escaleras de caracol? ¿Y si llego arriba, y sigues sin quere abrirte? Tendré que llevar conmigo las luces de colores que tanto te gustan para iluminar los caminos oscuros, esta noche.
Y ahora mismo quizá, decida, que no quiero volver a verte.
Quizá, esta noche decida que quiero llorar hasta que todo lo de ti se haya ido.
Me harté de los cobardes, me harté de luchar contra las olas, en la proa de una barco que no avanza.
El día que seas tú, el que decida armarse de una coraza, y derribar al dragón, sabes donde encontrarme, en lo más alto de esa torre, rodeada de cigarros y libros, The doors y Alberta Hunter para bailar y reir juntos.
Y sino, ale, que te vaya bonito.



Yo si sé estar sola, yo si sé bailar sola, y ahora mismo, no te necesito.
"You keep playing, what you shouldn't be playing,
And you keep thinking that you will never get burnt

I just found me a brand new box of matches..."
Por ahora, me voy a secar el pelo, pintar las uñas, y después de la reunión con el equipo, voy a ir a ver la exposición de Jacques Henri Lartigue.
Sola, y con una sonrisa muy grande.

lunes, 7 de marzo de 2011





“Expose yourself to your deepest fear; after that, fear has no power and the fear of freedom shrinks and vanishes. You are free.” - Jim Morrison




Qué poquita cosa eres, y qué poco me he dado cuenta.
A veces, cuando el sentimiento de culpabilidad por haber sido tan débil, te aborda, te preguntas una y otra y otra vez, ¿Cómo no lo he visto? De verdad me dejé engañar por esa sonrisa tan dulce y esa mirada de lado, que estudia todo lo que hay en tu interior.
Pero ya no más.
Ya no me siento sola si no te tengo, ya no tengo miedo a mirarte a la cara y a decirte, que no te quiero.
If he only knew he is hiding, he's afraid of showing himself, if he asked me for help  I’d grab his hand, and take him through the rain to new lands, yet to be discover, where we can declare the world ours, and where I don’t need to be afraid of losing control, we could make true all of those dreams we wonder about at the rhythm of the doors, lying on his red couch, while the cigarettes consume in our hands.
Instead, at the silence of this room, where we breath together, we just exist, we just belong to each other for a few seconds and then, we consume slowly, and feel the panic festering in our mouths, and the future signed in the tips of my fingers while I caress his delicate, pale, skin.