lunes, 31 de enero de 2011

Me a gustado siempre. Me ha gustado desde el mismo momento en que le vi. Pero yo, entonces estaba muy herida, estaba sumida en mi propia desolación, y tenia miedo de sufrir.
No sé con qué palabra describiría lo que sentí aquella noche. Palabras melosas como “amor” o “excitación” no lo definirían adecuadamente. Era una mezcla de envidia y celos... y una especie de urgencia de deseo hacia él. Aún ahora, a veces, tengo miedo de perderle

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