Llueve Sobre Mojado
viernes, 25 de marzo de 2011
Creéme, es difícil mirarte a los ojos, cada vez que te veo.
A una acera de distancia, comentas y me miras, con esa mirada soberbia y prepotente, "es la guerra" es lo que agonizan tus ojos.
Sé que hablas de mi.
Y yo, del enfado, acabé en la habitación de otro.
¿Cuándo me convertí en esto?
Hasta ahora, jamás me había temido tanto a mi misma. Soy orgullosa, y ahora me doy cuenta de que lo llevo demasiado lejos. Pero qué difícil es admitir que no quiero perder esta lucha, y mientras los cañonazos resuenan a mi alrededor, y mi piel se eriza con el sonido de tu voz, me repito a mi misma, que si hace falta, moriré en el campo de batalla.
Pero no enfundes el sable todavía. Esta guerra, acaba de empezar.
martes, 22 de marzo de 2011
Permítanme describirles la situación, que todas conocemos:
Chica conoce a chico, se gustan mutuamente, comienzan a salir juntos, chico desaparece.
Oh, cuantas horas perdidas en suposiciones erróneas y ingenuas, teorías desechadas por el retrete, galimatías, piruetas, pero le des todas las vueltas que les des, jamás hay una explicación razonable. Miedo, dicen algunas, pasotimos otras.
Sin embargo, hoy les presentamos la teoría de la relatividad de los hombres.
El hombre es parte de una etnía sumamente narcisista, aunque muchos lo nieguen, pero todos los hemos visto mirarse en las vitrinas de las tiendas, o abusar de la gomina.
He aquí el eje, el cabello del hombre ha dado paso a terribles actos en la historia. Se trata todo de un intenso cuidado hacia el cabello, los pies, y el uso de una crema especial, para casos, como después de haber echo el amor, mantener siempre el pelo en la posición correcta y exactas. En el siguiente post, les haremos un ejemplo explicado de nuestra idea, para que puedan entenderla, con los siguientes personajes:
*Sujeto A: Paul
*Sujeto B: Luke
*Sujeto C: Sid
*Sujeto D: Diana
*Sujeto E : Nicole
lunes, 21 de marzo de 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
miércoles, 16 de marzo de 2011
-Y no se olvide de decirle al timonel que cambiamos de rumbo.
-Y me gustaría, si se me permite, pasar los calabozos, y pedirle al teniente que está encarcelado que me de un beso.
-De camino, digale al escritor, aquel fracasado de la esquina, que me traiga mi batido de fresa.
-Pero, No tenemos batido de fresa, en esta bodega solo hay Jagermaister, expresas órdenes suyas.
-¡Rayos y centellas! ¡Coronel teniente Nogal! No le he dicho mil veces, que el batido de fresa es el nombre en código del Jager superior que utilizamos tan solo Vd. y yo, pero que los demás marineros no pueden saber, porque arriesgamos un motín, y no es viable, porque yo no sé atar tortugas con los pelos de la espalda.
-Yo lo aprendí en la academia militar, y lo haré para Vd. Es más, ataremos al escritor y al teniente del calabazo, para que remen con los brazos.
-Ah, menos mal que la tengo Vd. es de lo poco valioso de este barco, ahora, vamos a centrarnos y marcar el rumbo, hacia el desfase, claro.
-¡La isla desfase! Si, necesitamos rellenar las provisiones, y sacar de la carcel a Francesco, que sale hoy, por su condena de matar canarios.
-Sale hoy de la cárcel? maldito diablo, nos arrastrará a todos al infierno. Avíse a Samuel, y haga que ese idiota de, ¿cuál era su nombre?, John? Josueph?, bueno, que se calle ya.
-Lo he intentado todo, incluido los calcetines de Samuel, pero es imposible que deje de mediar palabra.
-Maldita sea nuestro sino, acabará saltando por la borda.
martes, 15 de marzo de 2011
El sol del mediodía estaba alto en el cielo, la pequeña casa se veía disturbada por el calor. El olor de una comida en la sartén inundaba los alrededores de la finca. El molinillo del tejado apenas se movía. Delante de la puerta, una niña jugaba con un barco de madera, lo tendía en alto, y lo bajaba, fingiendo las caídas de una gran tormenta.
En el interior de la casa, una mujer prepara la comida en silencio. Un hombre de edad relativamente avanzada se apoya en el marco de la puerta vieja.
-Ya vienen. Son varios, están en la ladera. No tardarán mucho.
La mujer se gira lentamente, con la angustia pintada en los ojos. Se miran un instante, fugaz, e intenso. Él le agarra la mano, se la apreta dulcemente.
-Tengo miedo-dice la mujer en un susurro. Una tímida lágrima se asoma por su mejilla.
-Yo también-dice él, la congoja se lleva su voz-yo también.
La niña sigue jugando en el porche de la casa, el barco arriba, el barco abajo.
-¡Alexandra!
Ella mantiene el barco en alto un instante, con sus ojos verdes fijos en el juguete, después se gira.
-Si madre, estoy aquí.
La madre sale y le entrega un cubo vacío. Antes de decir nada, la mira fijamente, con orgullo. La abraza. La niña mantiene un instante la sorpresa, después su gesto se relaja.
-¿Qué pasa, mamá?
-Te has hecho tan mayor. Te quiero mucho, Alexandra, no olvides eso nunca. Serás una gran mujer, estás destinada a hacer cosas grandes.
-Mamá…
De repente la mujer se separa.
-Está bien, lo siento, me puse sentimental. Necesito que vayas a buscar agua al pozo. Corre, la necesito pronto.
La niña se mantiene un momento en el sitio, la observa con preocupación y sin entender.
-¡Corre!
La niña se dio la vuelta y corrió hacia el desierto de tierra que se extendía árido y malicioso.
Si tuviera que decidir un punto donde realmente empecé a encontrarme a mi misma, fue cuando conocí a Alexander, y la reiteración de este nombre en mi vida, no podría atribuirse unicamente a la casualidad. Con él descubrí mi pasión por las casacas antiguas, los vinilos, las miradas rebeldes y la actitud inconformista. Le recuerdo y le recordaré siempre, aquella mañana, bajo la suave lluvia Americana, que inunda de vida los altísimos árboles de Conneticut, sentado sobre aquellos escalones de piedra, sonriente y reflexivo, lejano, ajeno a los peligros del mundo, etéreo. Un halo intocable se extendía a su alrededor, casi como el de un ser divino, una creatura maravillosa. Sus Jeans rotos, la casaca azul, la bufanda larga y el rosario hindú alrededor del cuello, hasta su ombligo.
Aquel instante, mientras a la lejania nos evaluavamos con cautela, supe que mi vida cambiaría, una ligera sensación de adrenalina que intuye un giro inquieto, brusco, un golpe de timón hacia otros mares.
Siempre me he considerado una romántica que leyó durante su infancia demasiados libros sobre piratas y navíos, y en mí, está infundada la semilla de la libertad, la aventura, el riesgo, la estrategia y la diversión, espero con ansía disfrutar cada segundo de mi vida y trnasformarlo en un valisos Tesoro, o en una alocada lucha por la vida y la armonía.
Y él era un pirata.
jueves, 10 de marzo de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
martes, 8 de marzo de 2011
Seamos sinceros, no me muero por conocer tus multiples facetas. Aunque serian muy interesantes. Cariño, no tengo tiempo, tengo que conocer primero todas las mias, y hay una larga lista, empiezan a resultarme más atrayentes y este universo está regido por la ley de la atracción, no del interés.Hay tres que tengo claras y que no necesitan volver a someterse a ser objeto de estudio:
-La primera es que "puedo llevar a cabo conductas muy diferentes entre si"
Puedo hacerte ver que me tienes loca, y demostrarte lo contrario en cuestión de segundos.
- La segunda es que "se guardar un secreto".
Nunca llegaras a saber si tú fuiste mi entretenimiento, una diversión o si por el contrario yo fui la cobarde.
- La tercera es que suelo tener una incesante ansia de hacer "una triple pirueta".
Oh no te preocupes cariño, hacerla es ya lo suficientemente complicado, no hace falta que malgastes tus energías en ponerme la zancadilla.
Pero a lo mejor esto te resulta interesante:
"hoy he conseguido hacerla"
En parte hay una sencilla explicación para que ocurra: "tengo ganas de comerme el mundo", quiero tenerlo entre mis manos, dominarlo y jugar a los bolos con él mientras me tomo un batido de chocolate, fresa y vainilla, entremezclados entre sí, claro.
Hacerme con él no es fácil, además, había pensado en dividirlo en dos, consiste en hacerlo poco a poco. El mundo esta dividido en diferentes partes, que se corresponden con una serie de entornos, con una serie de etapas.
Las diferentes etapas están conformadas por infinitud de ventajas, las cuales acabo cogiendo y guardando en un saco morado, mientras que los restantes elementos negativos los arrojo a una bolsa verde.
Cada vez que una etapa es finalizada, consigo hacer la pirueta de una forma clara y concisa. La mierda que llevaba un tiempo haciendome tropezar esta encerrada en el saco verde, mientras que la bolsa morada la uso como propulsor.
Es todo un proceso:
" La capacidad de adoptar diferentes tipos de conductas me permite experimentar diferentes entornos y etapas. Cuando comienza uno, lo disfruto, lo conozco, lo vivo, encuentro sus ventajas y sus inconvenientes mandando cada uno a la bolsa que yo elija. Mientras he estado paseando por esa etapa, las ganas de realizar mi pirueta triple no desaparecen en absoluto, pero esta sirve como una campana de aviso del final de algo, del final de algo y del comienzo de otro algo. Así poco a poco, con calma, cuando acabe de llenar dichas bolsas reconstruire dos mundos, sere su creadora, y sere capaz de dominarlos, en ese momento me habre comido el mundo. Y, ¿quieres saber que hare en ese momento? Lo siento, no puedo contarlo, ya te lo dije, se guardar un secreto.
Se acabó esta etapa. Aunque haya un nexo común en esa bolsa morada, que siempre estará, es uno de los requisitos básicos de cada "algo"que entra. Eso si, hoy la hice, algo nuevo empieza.
Pero mientras tanto:
Mueve la melena
A la vez que mueves las caderas
Y gritale al mundo, que eres la reina del mundo